La cueva virtual

El Proyecto de Difusión de Santimamiñe tiene como elemento fundamental la réplica virtual de la cavidad en 3D proyectada haciendo uso de la tecnología "estereoscopía activa infitec". La gran pantalla (casi 4 metros de anchura) ubicada en el centro de interpretación, en la ermita de San Mamés a pie de la cueva permite a los visitantes apreciar con total detalle todos los elementos de interés geológico, arqueológico y de arte rupestre de la cueva original, incluidas algunas zonas anteriormente inaccesibles, por su difícil emplazamiento o su deterioro.
La filmación simula una visita virtual a la totalidad de la cueva y discurre desde la boca de la misma hasta la última sala que a lo largo de la historia nunca ha sido mostrada al gran público.
El audiovisual, dentro de un recinto en total oscuridad, exige al visitante portar unas gafas especiales que filtran las dos imágenes generadas (una para cada ojo) dando lugar a una magnifica sensación de inmersión. Todos estos efectos van acompañados de un audio posicional y envolvente tipo “surround”.
La proyección simula el recorrido, en primera persona, de un visitante virtual. En todo momento la guía de la visita, que acompaña al grupo tiene total libertad de interactuar en el “recinto virtual” (haciendo uso de un ratón giroscópico) para realizar acciones como: avanzar y retroceder por toda la cueva, desplazar el punto de vista de la cámara, activar las fichas, o realizar un zoom, etc. Esta guía acompaña la visita con un conjunto de explicaciones didácticas sobre los que estamos visualizando.
El sistema permite que sea muy improbable que dos visitas sean idénticas. Este tipo de interacción hace que este tipo de Realidad Virtual se conozca como “realidad virtual en tiempo real”, porque no existe un movimiento de cámara pregrabado y permite disponer de una gran libertad de movimientos.
El modelo en tres dimensiones que se proyecta se ha desarrollado en Bizkaia a lo largo del 2007, con un amplio equipo de: modeladores, iluminadores, integradores, etc. bajo la supervisión de los técnicos expertos en arqueología: geólogos, arqueólogos y especialistas en arte rupestre, para que el modelo sea lo más fidedigno posible a la cueva real.
La proyección, en sus inicios, parte de un inmenso conjunto de puntos (más de 5.500 millones) obtenidos a través de casi 200 mediciones obtenidas mediante un escáner láser 3D. Las referidas mediciones dan un mapa completo de la cueva, en tres dimensiones, con una precisión total de un par de centímetros en los casi cuatrocientos metros de la cueva.
La metodología empleada no solo ha servido como punto de partida del modelado, sino que sirve como referencia del estado de la caverna en la actualidad. Además, de forma complementaria, el sistema permite que, si en un futuro se repitieran las mismas mediciones, podría estudiarse la evolución de la galería durante ese intervalo de tiempo.
La tecnología empleada en Santimamiñe permite, que si en un futuro se producen maquinas más potentes, se pueda realizar un nuevo modelado de aún más calidad partiendo de la misma información de puntos. Actualmente, haciendo uso de procesadores de última generación y las tarjetas gráficas más avanzadas del momento, se ha implementado un modelo virtual compuesto por más de 8 millones de poligonos.
El tipo de proyecto de patrimonio que se puede ver en Santimamiñe es de carácter único. Si bien se han realizado en el mundo varios proyectos de reconstrucción virtual –en tiempo real- sobre patrimonio no se tiene constancia de ningún proyecto que involucre el modelado de una cueva con la complejidad que ello supone.
En resumen, esta réplica virtual de la cavidad en 3D, es una solución, no intrusiva y muy novedosa, que favorece la conservación de la gruta a la vez que permite, de una manera sencilla, tanto al turista como a la comunidad científica, consultar una representación lo más fidedigna posible al original.